Santander acoge una experiencia piloto para fomentar el desayuno saludable y el consumo de lácteos mediante la instalación de máquinas expendedoras en los colegios
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Hay un colegio de Santander donde los recreos ya tienen sabor a yogur. Es el Castroverde, ubicado en la calle Tetuán de Santander, donde las empresas Lácteos El Carmen y Desarrollo Sector Primario (DSP) han puesto en marcha una experiencia piloto para potenciar y reforzar los conceptos y hábitos saludables de los niños y el consumo de lácteos con materia prima cántabra, mediante la instalación de una máquina expendedora de yogur batido. Se ofrece recién hecho -se repone a diario- y fresco -a una temperatura de entre 5 y 6 grados centígrados-. El precio de este complemento ideal para el tentempié de los alumnos, que en función del día de la semana estará dedicado a galletas y cereales, fruta o embutido, es de cincuenta céntimos el vaso.
«Hasta el momento, la iniciativa está resultando todo un éxito», reconocen sus responsables. Y prueba de ello es que «cuando se inició el proyecto, en febrero, se vendieron 70 litros a la semana, lo que supone cerca de 80 vasitos al día. Después, el consumo se ha estabilizado en torno a los 20 litros (30 vasos diarios), dependiendo también de la climatología y de que los niños salgan al recreo».
El colegio seleccionado para este proyecto pionero que sigue la estela de las máquinas expendedoras de leche fresca, forma parte de la red cántabra de escuelas promotoras de la salud, acreditación que implica participar en actividades enfocadas a la salud física y emocional, la prevención de riesgos, la educación vial o medioambiental y la mejora del entorno escolar. El equipo directivo del centro juzgó «interesante» la propuesta y no dudó en sumarse a ella, puesto que «fomenta aspectos recogidos en nuestro proyecto educativo», dirigidos a la concienciación de una alimentación saludable desde la escuela. «Hasta ahora está consiguiendo sus objetivos, sobre todo entre los alumnos de Educación Infantil y de Primaria. La aceptación está siendo muy positiva. A los niños les gusta y los padres están encantados. En junio evaluaremos el resultado de estos meses a prueba para decidir si continuamos con la iniciativa el próximo curso», apuntan desde el centro.
Revilla de Camargo
El yogur batido, elaborado de forma tradicional por Lácteos el Carmen en su granja de Revilla de Camargo, se obtiene a partir de leche pasteurizada y azúcar de caña. Desarrollo Sector Primario es una empresa dedicada a la investigación y desarrollo tecnológico para la generación de productos que sirvan para la automatización, gestión de la producción y venta a los sectores de agricultura y ganadería. Es decir, una pone la materia prima y la otra, los medios para su distribución. Pero comparten un mismo objetivo, que es «ofrecer a los niños un almuerzo saludable, contribuyendo a la vez a potenciar el consumo de lácteos entre los más pequeños y a favorecer el acceso a productos saludables y naturales en sus tiempos de ocio». Y las dos reconocen que otro aspecto que ha pesado en el apoyo a este proyecto es «la apuesta por el talento emprendedor y por iniciativas incipientes, que permitan encontrar alternativas a la producción del sector primario cántabro». De cara al futuro, sus planes contemplan la implantación de máquinas expendedoras «en otros colegios de la región interesados, así como en otro tipo de emplazamientos, como hospitales y centros de mayores. Nos gustaría que esta iniciativa también se extendiera fuera de Cantabria, aunque queremos ir despacio pero seguros».
