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La vida de Jari no es una vida cualquiera. A sus 7 años, ya ha tenido cinco hijos, ha dado 50.000 litros de leche para fabricar el queso de su tierra y aun así camina con elegancia de pasarela. Pesa más que Las tres Gracias de Rubens juntas, pero tiene hechuras de premio. Así es ella, menorquina de Mahón, la más bonita, la nueva miss España en lo suyo, que es la raza frisona. Jara, su nombre sin diminutivo, no es una vaca cualquiera. Sus medidas (91-89-91) la acaban de confirmar en el concurso nacional de ganado frisón celebrado en Cantabria como la frisona más top del ganado nacional. Competían 158 ejemplares. Francesc Truyol, el dueño de Jara lo tiene claro. Su vaca lechera no sólo es salada, como en la canción, sino la más guapa de España. Jari es la leche y puede terminar dando nombre a un queso.

Suena el reloj en Mahón. Son las seis de la tarde y Jara espera la "mezcla única y perfecta" que le prepara con mimo su dueño. "La tratamos bien, además de hierba le damos cereales, subproductos del maíz y soja", dice el ganadero, antes de llevarla a su segunda visita a la sala de ordeño. Cada día, la vaca da hasta 60 litros de leche, el doble que cualquier otra vaca. Dicho de otra manera: siete kilos del famoso queso de Mahón, pues la explotación de los Truyol es eminentemente quesera. "Que a su edad y después de cinco partos siga produciendo esa cantidad de leche y camine con fuerza es un lujo", dice Mauricio de los Santos, veterinario y autor de las fotos en estudio que son el particular book de la modelo Jari.

En la granja de 80 hectáreas -80 campos de fútbol-, en la que vive, Jara campa a sus anchas. Está contenta. Y su propietario también. Su vaca es más que nunca la reina del grupo de 76 compañeras que conviven en la ganadería Algendar d'en Gomila. "Desde que nació ha sido muy suya y nos costó domarla, pero como sabíamos que era buena insistimos", cuenta Francesc. Dueño y animal siguen aclimatándose al regreso. Ganar el premio nacional ha supuesto para todos un largo viaje de 900 kilómetros desde la isla balear hasta el Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega (Cantabria) donde la bella lechera fue proclamada Miss España. Diez horas de trayecto en barco y camión con parada en Barcelona incluida para que Jara reposara antes de la final, el 29 de marzo. El árbitro holandés del concurso, Nico Bons, propietario de 59 vacas con una media de 88,9 puntos, no tuvo dudas. Jara era excelente: 91 puntos en su sistema mamario, 89 en sus patas y pies, 91 en su estructura general y capacidad de producción.... En resumen, el equivalente en vaca del 90-60-90, que se considera la perfección en una mujer modelo.

Truyol (49), que trabaja en el campo junto a su mujer Marga y sus dos hijas, Cristina y Marga, 15 horas diarias, desvela el secreto de éxitos como el de Jara (cinco veces campeona y mejor ubre de su región): el buen clima, una alimentación de lujo y un poco de suerte. Estos factores convierten a la ganadería de Francesc en una de las mayores productoras de queso de Mahón de España. Más de 7.000 piezas ha producido en el último año, las cuales vende a empresas de la ciudad. Pero con el tirón de Jari el dueño piensa en sacar incluso un queso propio y, por qué no, que lleve su nombre: Jara.

Vitalidad, feminidad, estilo y correlación entre sus regiones son las cualidades que definen a una perfecta frisona, según la Confederación de Asociaciones de Frisona Española. Aunque original de Holanda, la raza llegó a España en el s. XIX. Son las lecheras por antonomasia: producen el 80% de la leche en el mundo. Jara, por lo pronto, "ha multiplicado su valor por 10 o 20", asegura Francesc (el precio de una res de sus características ronda los 2.500 euros). Aunque nadie piense ahora en venderla. "Es la ilusión de mi familia y mis hijas...Nuestro deseo es que siga con nosotros, que muera de vieja". Por que Jari, ya lo ve, no es una vaca cualquiera.