Castillo de Canena desde su última Certificación de Huella de Carbono, ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en casi un 30%.
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Esto se ha debido, entre otros motivos, al uso de compost como fertilizante natural, a la utilización de los restos de poda como biomasa usada en la generación limpia de energía eléctrica, a la optimización del uso de recursos hídricos con el consiguiente ahorro energético, a la reducción de horas/tractor debido al cese en la utilización de herbicidas para proteger la cubierta vegetal, y a la reforestación con especies autóctonas ibéricas iniciada en Noviembre de 2012. Desde que en 2011 la empresa auditora Det Norske Veritas (DNV) certificó las emisiones a la atmósfera del dióxido de carbono necesarias para producir una botella del AOVE, Castillo de Canena es capaz de controlar su Huella de Carbono y se ha comprometido a disminuir esa cifra cada año.
Castillo de Canena desde su última Certificación de Huella de Carbono, ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en casi un 30%. Esto se ha debido, entre otros motivos, al uso de compost como fertilizante natural, a la utilización de los restos de poda como biomasa usada en la generación limpia de energía eléctrica, a la optimización del uso de recursos hídricos con el consiguiente ahorro energético, a la reducción de horas/tractor debido al cese en la utilización de herbicidas para proteger la cubierta vegetal, y a la reforestación con especies autóctonas ibéricas iniciada en Noviembre de 2012.
Desde que en 2011 la empresa auditora Det Norske Veritas (DNV) certificó las emisiones a la atmósfera del dióxido de carbono necesarias para producir una botella del AOVE, Castillo de Canena es capaz de controlar su Huella de Carbono y se ha comprometido a disminuir esa cifra cada año.
Además, en esta misma línea, con su firme compromiso de unir la extrema calidad de nuestros aceites con el respeto al medio ambiente, han obtenido la Certificación de Huella Hídrica.
La certificación EPD
En Castillo de Canena, consideran necesario que la comunicación del desempeño ambiental de su producto debe estar reforzada por una verificación que provenga de una tercera parte independiente. Se ha optado por un esquema de acreditación que goce de un gran prestigio y reconocimiento internacional, como el Programa de ecoetiquetado tipo III (The International EPD® System)
Se ha recibido la certificación EPD de sus aceites, con la correspondiente inscripción en Environdec ( http://environdec.com/en/Detail/?Epd=8763).
Una EPD (Environmental Product Declaration, en inglés) es una declaración ambiental certificada elaborada en conformidad con la norma internacional ISO 14025 (Declaraciones Ambientales Tipo III). Parámetros de la ISO 14025 analizados que miden los diversos factores medioambientales que inciden en el proceso agro-industrial de producción de sus AOVES
Compromiso con el medio ambiente
En Castillo de Canena son capaces de controlar la Huella de Carbono y ahora también la Huella Hídrica. Para ello, el trabajo de campo ha sido exhaustivo. Se inició con el análisis pormenorizado y cuantificado de todas las labores agrícolas desarrolladas en el campo. A continuación, se tuvieron en cuenta los consumos derivados del tratamiento industrial de las aceitunas para la obtención de los aceites, y por último se fueron computando los ciclos de vida de todos los materiales auxiliares que son necesarios para comercializar cada botella.
Por otro lado, cuentan con una planta de producción de compostaje. Los restos vegetales de poda obtenidos en las campañas son debidamente retirados del campo, empacados y transportados a centrales térmicas para la producción de energía eléctrica o pelets.
Asimismo, desde 2007 cuentan con 3 plantas de energía fotovoltaica de 100 Kw cada una para autoabastecer de energía eléctrica a la explotación.
